Porque su piel no fuera dañada,
sólo por despertar sus apetitos
la conduje conmigo a los Infiernos,
donde reinan el exceso y el vicio,
para a nosotros mismos devorarnos
y que, cuando a la tierra regresara,
a simple vista nadie percibiese
cambio, transformación, metamorfosis,
ni siquiera un brillo, ni una sonrisa;
que siguiera pasando su belleza
para el resto del mundo inadvertida.
Dante Gabriel Rossetti. Proserpina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario