domingo, 14 de junio de 2015

Tin Hinan, la madre atlante de los tuareg


Óleo: Tin Hinan

     
Cuando se le pregunta a un tuareg por su procedencia dicen descender de la reina madre Tin Hinan que llegó al Sahara desde la desaparecida Atlántida.

Los tuareg son un pueblo nómada de algo más de 1 millón de habitantes que vive por el sur de Marruecos, Argelia y Libia. Son amables, orgullosos, amantes de la libertad y custodios de su cultura.

Para los tuaregs, Tin-Hinan era una princesa bereber que emigró desde El Atlas (Marruecos), atravesando 1.400 kms por el desierto a lomos de una camella blanca entre los siglos I y IV para establecerse en Tamamrraset, al sur de Argelia.



Allí, cerca del enigmático e impresionante Tassili con sus pinturas que reflejan supuestos     seres de otros mundos, encontraron en 1925 la tumba y los huesos que se conservan actualmente en el museo de El Bardo. Junto al esqueleto aparecieron cientos de piezas de oro y plata, un ajuar de 613 collares, anillos y brazaletes que ratifican la notoriedad del personaje.



Los más ancianos, depositarios de la tradición oral, afirman que Tin Hinan se mezcló con los dioses para crear una nueva raza. Estos dioses, según los tuareg, eran de gran altura y procedentes de Orión.

Arucas Blog


El misterio de Tin-Hinan 
La Abalessa, al fondo.




En el Museo del El Bardo, en Argel, se exhibe un esqueleto de dos metros de altura. Se dice que fue una princesa huida de la Atlántida.

Supe de ella hace mucho tiempo, gracias al geólogo y explorador Rafael Brancas. Después, en mi primera visita a Argel me apresuré a recorrer el museo del El Bardo, en su búsqueda. Allí estaba, casi olvidada en un rincón. La examiné con detenimiento y admiración recordando las leyendas (?) que circulan sobre ella. Los informes de los forenses tenían razón. Aquella mujer pudo alcanzar los dos metros de altura. Era Tin-Hinan, princesa de los tuaregs y de la etnia bereber. La única mujer conocida que gobernó al levantisco pueblo del desierto. ¿O no se trataba de una mujer?

Para los tuaregs, Tin-Hinan ("ella la de las tiendas") fue una princesa bereber que emigró desde la región del Atlas (actual Marruecos), probablemente de Tafitali, atravesando el horno sahariano a lomos de una camella blanca. Fue una heroína -dicen- y la fundadora del pueblo tuareg. Tras una larga marcha de casi 1.400 kilómetros, fue a establecerse en Abalessa, en las proximidades de Tamamrraset, al sur de Argelia. Allí encontraron su tumba y los huesos que se conservan actualmente en El Bardo. El análisis de los restos orgánicos que acompañaban al esqueleto ha establecido una antigüedad que oscila entre los 470 y 130 de nuestra era. Junto al enorme esqueleto aparecieron cientos de piezas de oro y plata (sólo en El Bardo se conserva un ajuar integrado por 613 collares, anillos y brazaletes) que ratifican la notoriedad del personaje. Para arqueólogos e investigadores como Lehuraux, Gautier y Reygasse, entre otros, el túmulo de Tin-Hinan es el hallazgo más destacado del África sahariana.


Restos de Tin-Hinan en el museo de El Bardo en Argel.

Teorías enfrentadas. Para otros, en cambio, la realidad de una mujer al frente de un pueblo de guerreros no parece verosímil. Y consideran a Tin-Hinan como un mito, inventado por los bereberes o por los tuaregs. Los huesos hallados en Abalessa serían los de un hombre. Así lo defiende Adila Talbi, arqueóloga argelina, excelente conocedora de los restos que se exhiben en la vitrina de El Bardo. Algunos médicos que han tenido acceso a los huesos de Tin-Hinan opinan lo mismo que Adila: la pelvis, por ejemplo no parece la de una mujer. En todo caso, la de una mujer que no hubiera tenido partos. Los tuaregs, sin embargo, se oponen a esta sospecha. Y aseguran que Tin-Hinan “se mezcló con los dioses para crear una nueva raza”. Cuando interrogué a los hombres del desierto sobre esta extraña afirmación, los más ancianos -depositarios de la tradición oral- me hablaron de "hombres de gran altura, de pelo amarillo y ojos rasgados, procedentes de Orión, y que fueron los padres de su pueblo". Si los ancianos tuaregs dicen la verdad, ¿quiénes eran esos seres de gran altura? ¿Seres no humanos mezclados con humanos?

Otros estudiosos han querido ver en Tin-Hinan la viva representación de los atlantes. Tin-Hinan según el conde de Prorok, pudo ser una princesa que escapó a tiempo de la no menos mítica Atlántida, terminando sus días en la referida región de Abalessa, en el Hoggar. Este convencimiento de Prorok se vio fortalecido cuando acertó a leer el relato de Calassanti, un oficial y traductor que viajó al sur de Argelia en 1906. En esa época, Calassanti describe el túmulo funerario, todavía por descubrir (la primera expedición arqueológica tuvo lugar en 1925) y las diferentes versiones de los tuaregs sobre el origen y la vida de Tin-Hinan. Entre esos relatos destacan los sueños premonitorios de los tuaregs que tenían por costumbre dormir sobre el citado túmulo. Es así como surge esta hipótesis sobre una Tin-Hinan atlante.



¿Quiénes son estas mujeres de gran altura retratadas hace miles de años en los abrigos del desierto del Tassili?.

Tesoro perdido. Byron Kuhm de Prorok lleva a cabo las primeras exploraciones arqueológicas, a las que sigue una segunda campaña, en 1933, a cargo de M. Reygasse. El hallazgo tiene una enorme repercusión y surge una agria polémica; alguien, al parecer, se ha quedado con parte del tesoro que encerraba la tumba de TinHinan. ¿Qué escondía realmente el túmulo funerario de Abalessa? Probablemente nunca lo sabremos. Muchas de las piezas fueron escondidas y vendidas. Hoy se ignora su paradero. Quizá en ese tesoro perdido puede estar la explicación a muchas de las interrogantes sobre Tin, "la de las tiendas" . ¿Fue la princesa fundadora de los "hombres libres", como se proclaman los tuaregs? ¿Fue un hombre o una mujer que supo de la Atlántida?


Fotos: IVÁN BENÍTEZ

www.planetabenitez.com www.jjbenitez.com

viernes, 12 de junio de 2015

BAST diosa egipcia

Bast o Bastet era una diosa egipcia, patrona de la música, el baile y la alegria, a veces también representada con cabeza de leona, como Sekhmet.

Bast diosa gata egipcia

BAST es el motor oculto que da origen a cualquier fenómeno que puede no ser considerado mágico por su asiduidad o mágico si no se da normalmente, pero la verdad es que TODO lo que acontece esconde una causa mágica.


viernes, 5 de junio de 2015

SARA, HIJA DE JESUS Y MARÍA MAGDALENA:



SARA
JESUS, MARÍA MAGDALENA Y SARA.
Conocida como Sara la Negra, esta patrona de los gitanos posee afiliaciones extraordinarias. Entre ellas, la de ser hija de Jesús y María Magdalena. Las primera leyendas sobre Jesús y su matrimonio con María Magdalena provienen de la época inmediatamente posterior a la del propio Jesús. Sin embargo, estas historias fueron relegadas y finalmente desplazadas hacia visiones consideradas como heréticas, de modo que se transformaron en historias clandestinas, secretas y sobre todo peligrosas.
La posibilidad de que Jesús haya contraido matrimonio con María Magdalena y que de esa unión hubiesenacido una niña cobró gran fuerza en la Edad Media; sobre todo en el sur de Francia, más precisamente en la región de Aix en Provence, donde la tradición asegura que Marta y Lázaro de Betania llegaron de su exilio junto a una María Magdalena embarazada.
Otras leyendas sostienen que Sara no nació en Francia, sino que llegó a las costas de la bretaña junto a José de Arimatea (y el Santo Grial) y una corte de seguidores de Cristo que habían huido de Palestina, entre ellos,María Salomé, María de Cleofás (tía de Jesús), Maximino, Marcela, Celidonia, Trófimo de Arlés y algunos otros.
El viaje hacia Francia se realizó gracias a un milagro náutico. La embarcación atravesó el Mediterráneo sin timón ni velas hasta llegar a Nuestra Señora de Ratios, que desde 1838 se llamó Saintes Maries de la Mer, (Santas Marías del Mar), en la región de Provenza, muy cerca de Arlés.
Según la tradición el grupo se dispersó en el año 48 d.C. Lázaro fue a predicar a Marsella, Marta y Marcela a Tarascón, Máximo se dirigió a Aix en Provence, Trófimo a Arlés y María se retiró a una cueva en las montañas de Saint Maximin la Sainte Baume.
La figura de Sara, en cambio, es mucho más esquiva. Las leyendas medievales apenas la sugieren como una posibilidad inquietante. Debido a que su tarea principal era mendigar para financiar las expediciones evangelizadoras de sus compañeros se la asoció al pueblo gitano, y desde entonces se la considera como su patrona o santa, a pesar de que nunca fue canonizada.
No obstante, las leyendas a menudo se contradicen, ofreciendo versiones muy disímiles del mismo personaje. Por ejemplo, se dice también que Sara vivió durante un tiempo en la ribera del Ródano en la Galia. Allí practicaba una especie de magia primordial muy poderosa. Los gitanos la adoraban, y una vez al año realizaban una procesión hasta su casa para recibir su bendición.
Esta misma tradición sostiene que Sara no era en realidad la hija de Jesús, y que su tarea fue ayudar a los exiliados de Palestina que buscaban refugio en aquella zona.
Los que defienden la teoría de que Sara era la hija de Jesús y María Magdalena sostienen que la verdadera identidad de la muchacha debía ser protegida a toda costa; y que no era extraño que se la haga pasar por sirvienta en orden de protegerla de sus enemigos.
Sara aparece en muchas tradiciones orales, pero recien en 1521 se la menciona en un texto de Vincent Philippon llamado: La leyenda de las santas Marías (La légende des Saintes-Maries).
Allí se comenta que en 1447 Renato de Anjou le solicitó al papa Nicolás V una bula para permitirle rastrear loscuerpos de los santos que se veneraban secularmente en la región. Renato encontró los restos mortales de María Magdalena y sus compañeras, y fueron colocados en relicarios ornamentados. La pobre Sara, en cambio, no calificaba como santa, de modo que sus restos fueron conservados en modestísimos relicarios, tal como luego lo registraría Jean de Labrune.
Históricamente no se reconoce ningún culto a Sara, la hipotética hija de Jesús, al menos anterior al 1800. El folklorista Fernand Benoit comenta que los gitanos realizan una extraña procesión anual justo antes de la procesión de las Marías. Esta tradición procede del siglo XV, aunque no se conoce a ciencia cierta si su objetivo era adorar secretamente a Sara.
Los que están a favor de la figura de Sara como hija de Jesús, sostienen que los gitanos buscaban enmascarar su culto, y que la adoraban bajo la forma de una mujer negra, cuya estatua era llevada en andas hasta las costas del mar.
En este sentido, la hipótesis es antropológicamente inviable. Los gitanos proceden de la India, donde adoraban a la diosa Kali representada como una mujer negra como el ébano, y su culto consistía en largas peregrinaciones hacia el mar. Demasiadas coincidencias como para tratarse de dos cultos diferentes.
La historia de Sara no concluye aquí. La idea de que Jesús contrajo matrimonio con María Magdalena y que juntos engendraron a Sara está fuertemente instalada en las leyendas locales. Sin embargo, no se han encontrado pruebas concluyentes que ubiquen su culto en la antigüedad.
Para los amantes de las sincronías etimológicas hay que decir que el nombre Sara, en hebreo Sarah, significa literalmente “princesa”.

miércoles, 3 de junio de 2015

Leyenda de Pandora, la primera mujer (mitología)




image

Cuenta una leyenda que hace muchos , muchos años los hombres vivían en la tierra sin conocer a mujer alguna. Se dice que llegaban al mundo como lo hacen las flores, a través de la tierra.
Y vivían así , uno junto a otros con la tristeza en el rostro pues añoraban algo que no conocían. Llegaba la noche y dormían solos, sin mas compañía que la luz de la luna y la frialdad de una cama vacía.
Viendo su tristeza, Zeus que desde el Olimpo, lo divisaba todo, pensó en hacerles un regalo. Llamo a todos los dioses para que estuvieran presentes en lo que tenia planeado hacer.
Cogió un trozo de barro y con sus propias manos lo moldeo dándole forma de bella diosa inmortal. Los grandes dioses intervinieron en la creación aportando cada uno una habilidad.

image

Cuentan que Afrodita aportó la gracia y el deseo, Hermes puso en ella la mentira y la picardía, Atenea la habilidad manual… Siendo el resultado final una obra de belleza extrema con apariencia de diosa pero humana realmente.
Entonces Zeus decidió regalar a Pandora al hermano de Prometeo, Epimeteo, un hombre atolondrado, torpe y necio , todo lo contrario a su hermano. Éste le había prevenido para que no aceptara ningún presente de Zeus, pero al ver a Pandora ante si, insultantemente bella, adornada con la mas exquisitas de las joyas y vestida como si de una diosa se tratase, no pudo resistir la tentación de aceptarla como regalo.
Pero lo que había llegado como un regalo fue realmente una trampa de los dioses pues ahora el hombre tenia que dejar de pensar en si mismo y empezar a pensar como agasajar, satisfacer sexualmente, cubrir necesidades y caprichos.

image

Dicen que cuando Pandora y Epimeteo se unieron como hombre y mujer la armonía y la paz se acabaron en el mundo.

La caja de Pandora.

Cuentan que Pandora siempre iba acompañada de una caja, la cual iba con ella hasta a sus viajes, caja que estaba prohibida abrir. Pero un día la curiosidad hizo que Pandora abriera la caja, fue una noche, estando ella ya casada.
La caja contenía todos los males y se esparcieron por el mundo a la velocidad de la luz: muerte, enfermedades, pobreza, mentiras, atracos, asesinatos…se esparcieron por todos los confines de la tierra, llegando a todos los hombres.

image

Asustada por todo lo que había provocado, Pandora tapó otra vez la caja y al hacerlo se da cuenta de que su interior esta prácticamente vacío. En una esquina, escondida se encuentra la esperanza, asustada, que decide mantenerse escondida para no asustar a los hombres, como si éstos no tuvieran derecho a conocerla.
Desde aquel día los hombres conocen sentimientos nuevos, deseo, amor, fascinación y también celos, afán de posesión…

Anabel Reyes

 https://mitologiasdelmundo.wordpress.com


lunes, 1 de junio de 2015

Asherah, la esposa de Dios



La Diosa Madre, pareja de Yahveh, ha sido exlcluida dolosamente de la Biblia, ante la construcción de un paradigma de hegemonía masculina, según revela una investigadora.

 Asherah, es la eterna Astarte, Ishtar, diosa del mar, del cielo y símbolo del árbol de la vida

Por: pijamasurf













Antes del monoteísmo patriarcal instaurado por el judeocristianismo en Occidente que ha formateado nuestra conciencia hacia el enaltecimiento de los valores masculinos de conquista, expansión y explotación de la naturaleza –dejando a un lado el sentir, las emociones, la intuición- es posible que yazga una concepción religiosa de la divinidad como una pareja, la Diosa Madre y el Dios Padre.
Información presentada por la investigadora de la Universidad de Exeter, Francesca Stavrakopoulos, apunta a que originalmente las grandes religiones abrahámicas –que son hoy los tres grandes monoteísmos- adoraban también a la diosa Asherah, junto a Yahveh (Asherah es a veces llamada Astarot, y es la misma deidad adorada como Ishtar por los babilónicos y Astarte por los griegos, arquetipo del divino femenino: Luna, Tierra Venus).
Stavrakopoulous basa su teoría en antiguos textos, amuletos y figuras encontradas en la ciudad de Ugarit, hoy Siria, en los que se revela que Asherah era una poderosa diosa de la fertilidad que se adoraba junto a Yahveh o Jéhovah.
En una vasija del siglo XIII encontrada en el desierto de Sinai, en Kuntillet Arjud, se pide bendición a la pareja divina. “Y ahora varias inscripciones similares han sido encontradas, todas las cuales fortalecen el caso de que el Dios de la Biblia tuvo una esposa”, dice la académica.
También es significativo la admisión bíblica de que Asherah fue adorada en el templo de Yahveh en Jerusalén y en el Libro de los Reyes se dice que una estatuta de Asherah yacía en el templo y que personal femenino tejía vestimemtas rituales para ella.

En el Libro de Jeremías existe una posible referencia a esta diosa cuando se habla de “La Reina del Cielo”.
A veces su nombre traduce como  la diosa del árbol de la vida, pero también está vinculada con el mar en uno de sus nombres Athirat, rbt ʼart ym, rabat ʼAirat yammi, Señora del Mar o Aquella que camina sobre el mar.
Su otro epiteto en los textos ugariticos (un lenguaje semítico) es  “qaniyatu ʾilhm”, “la creadora de los dioses” (Elohim).
En esos textos Athirat es la consorte del dios El; existe una referencia a  los 70  hijos de Athirat, presumiblemente los mismos 70 hijos de El. También se le llama Elat, la contraparte femenina de El, en los textos acadios aparece como Ashratum, la esposa de Anu, el dios del cielo.

J. Edward Wright, del  Arizona Center for Judaic Studies dice que “Asherah no fue editada del todo de la Biblia por sus editores masculinos, trazos de ella permanecen y evidencia arqueológica y referencias en textos de naciones en las fonteras de Israel permiten reconstruir su papel en las religiones del Levante”.
Otras referencias a esta diosa en la Biblia derivan del libro de Deuternomio, en un marco siempre hostil. El Rey Manasseh es juzgado como alguien que hizo mal ante Dios cuando colocó el poste, símbolo del árbol de Asherah (¿el ash tree de los druidas, axis mundi?), en el Templo. El Rey Hezekiah, que removió el símbolo de Asherah del Templo y lugares sagrados fue alabado como el más justo de los reyes.  Los profetas Isaías, Jeremías y Micah también condenan la idolatryí de Asherah, ya que según ellos aleja de la adoración del dios único y verdadero.
Esto nos da idea de como la diosa femenina, del árbol de la vida, del mar y del cielo, fue equiparada con la falsa idolatría, con Baal, y se alejó al hombre de la adoración de la pareja divina y de la mujer, probablemente en ediciones subsecuentes de la Biblia, editada por hombres que quizás más que ser fieles a la sagrada escritura y a los documentos históricos, hicieron una operación de inteligencia y una programación neurolingüística de la sociedad, destinada a mantener en el poder a la casta sacerdotal masculina, reprimiendo el polo femenino de la divinidad.