miércoles, 14 de octubre de 2015

La Diosa y el Femenino Sagrado, Guardianas de la Luz.

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(...) Entonces ni si quiera podía imaginarse así misma en tan magnífica situación. Le parecía lejano e inaccesible. (...) Y ahora, después de muchas lunas, es ella...

Lunas y felicidad, lunas e ilusiones, lunas y decepciones, lunas y dolor, lunas y conocimiento, lunas y sangre, lunas y sabiduría ancestral, lunas y visiones, lunas y espejismos, lunas y el Amor reflejándose en el Cielo y en el Mar, Lunas Rotas, Lunas Rosas, Lunas como Espejos, Lunas como Globos, Lunas en la Tierra

 Lunas como Soles, y la Luna En Mi. 


"Ella Sí Estuvo en la Luna"




Mi primer amor, mi boda, los embarazos y los partos, la crianza de mis hijos; el dolor ante lo que se va, la muerte; la ilusión de ver crecer a los que se quedan; la certeza de las pisadas del camino; lo cercano y lo lejano; las crisis de adolescencia, las de adultos; la ignorancia y la sabiduría; los roles que jugamos, las máscaras, los papeles, las caretas; los hijos y los padres, los maridos y las mujeres, el esposo y la esposa; el triunfo y la derrota; las subidas y bajadas las idas y venidas;  las crisis del matrimonio; el crecimiento y la evolución; solos y a solas; en compañía a ratos y a pedazos; la distancia entre lazos de sangre, la hermandad entre lazos del alma; la unión de los lazos de sangre, la unión de los lazos del alma; asistir a los pasos obligados de la vida, la emoción de los enamoramientos, el anhelo de plenitud y realización a través de la pareja; Los besos robados, los últimos besos y los que no saben a gloria; Los besos alados y el asombroso descubrimiento de las voces del alma; la posesión del espíritu, el cielo y el infierno, lo relativo del paso del tiempo al descubrir que el tiempo no existe sino a través de nosotros mismos y lo que somos; Naturaleza y sustancia; descubrir con asombro eso de lo que estamos hechos; lo visible y lo invisible. La materia y la sustancia de la que se compone todo lo creado, agua, fuego, aire, tierra y espíritu, y entre ambas el mismo polvo de estrellas. Seres cósmicos, soplos de vida Una, de opuestos complementarios, almas completándose así mismas a través del otro en perfecta simbiosis espiritual para realizar la unión de los opuestos en Un@. La Unión de las energías femenina y masculina, yin y yang dando paso al Principio de la Armonía, uno de los principales pilares sobre los que se sustenta el principio más elevado, místico y espiritual, el Matrimonio Sagrado o "coniuctio" como lo llamó, Jung, término usado en Alquimia para referirse a las combinaciones y aleaciones químicas que psicológicamente indica la unión de los opuestos y el nacimiento de nuevas posibilidades. Yo creciendo, un Ser SIENDO.

El matrimonio sagrado entre el Sol y la Luna, cuyo origen pagano es el llamado hieros-gamos,  la unión marital del místico con Dios, del alma con su espíritu del Todo con la Nada, AMOR.

La Unión de los Opuestos en Uno Mismo: el Logos (Pincipio Masculino) y el Eros (Principio Femenino), la unión del Ánima y el Ánimus, sólo de esta manera, la Mujer la Diosa y el Hombre, Dios, complet@s en Sí Mism@s, pueden Ser Dueñ@s de Sí, y de su Destino en armónica bidireccionalidad con el Dueño del Di@s que nos habita.

No dependerán ya de lo Masculino o lo Femenino, del opuesto complementario, pues el Matrimonio Sagrado es la unión más elevada operada por el DIOS/DIOSA hecho Hombre/Mujer completos en sí mismos. La realización a través de una pareja sólo tendrá sentido como compañer@s en el camino de la Vida, en una relación de crecimiento y aprendizaje más pura, más consciente, más respetuosa y por tanto más sana en alineación con la conquista de nuestro personal estado de plenitud y bien-estar, maestría interior, lograda a través de la recuperación del Sí-Mismo, Redondo, Completo, Circular, Ascendente.







Hestia es un arquetipo capaz de conectar con su centro interno a la mujer en la que se activa. 

Esto es lo que Jung definió como "el punto central en el interior de la psique, con el que todo está relacionado, por el que cada cosa se ordena, y que es, en sí mismo, fuente de energía. Este centro no es pensado ni sentido como el ego, pero si puede expresarse como el Ser" C.G.Jung, Sobre el Simbolismo del mandala, 1938.


La diosa Hestia, representada como un círculo con su fuego, ayuda a la mujer a comunicarse con su Ser. De hecho, en Roma, el Templo circular de Vesta estaba situado en el corazón de la ciudad. Se dice que su forma era una reminiscencia del vientre, el centro creativo de una mujer y también de la tierra, madre de la naturaleza, de la cual nacen los animales y los árboles. El fuego es la conexión entre el ónfalos, ombligo femenino del universo y lo divino, la unión de las familias, ciudades, comunidades, sociedades, la armonía del conjunto, los cimientos, la base, la constitución de lo nuevo....nacido de las raíces, de lo ancestral, modificado, transformado a través de la activación del recuerdo, las memorias, nuestra vuelta al origen, el nacimiento del sí-mismo, desde el ombligo del mundo, desde el AMOR, DIVINO ENCARNADO EN LO HUMANO...

Sostén de un nuevo orden ante la llegada de una Nueva Era, un sector en principio más restringido pero cada vez más extendido desde las redes silenciosas planetarias que a muchos ya nos conectan, propugna el surgimiento de una Nueva Conciencia. 

Una nueva apertura al Sagrado Femenino desde los corredores de la memoria del instinto de cada una de las mujeres y hombres que están cambiando el mundo recordándose así mismos...Nuevas visiones...., apertura de la vieja consciencia colectiva para rasgar los velos del inconsciente que nos habita...otro inconsciente colectivo forjado a golpe de consciencia, AMOR y a fuego lento, desde el hogar del espíritu...nuevas terapias, psicología transperosnal, yoga, tantra, taoísmo, amor por uno mismo y por los demás seres, y el resto de la naturaleza...profundización en nuestros caminos, los del alma, viajes compartidos, seres que se reúnen para mandar amor, ritualizarlo y conectar con el espíritu uno....de Gaia y más allá de ella..Realidades paralelas y otros espacios habitados por la Nada, que Todo lo contiene. Una nueva manera de mirar al mundo interno y el externo como proyección del si mismo...otra manera diferente de contarle al mundo la historia, nuestra historia, a través del círculo y desde él círculo, como lo hicieron antaño nuestros abuel@s mediante transmisión oral y escrita bajo la protección del Círculo, los guías y maestros internos convocados por el Maestro que hay en Tí y en Mí, del uno el dos y del dos el Tres. 

La espiritualidad de las mujeres acompaña al despertar de la femeneidad y de la diosa, del sagrado femenino en cada Ser Humano,  Paulo Coelho rendía homenaje en Brida a todas esas mujeres que murieron injustamente quemadas o ahorcadas en Europa:

Que la Virgen María nos recuerde siempre que fuimos quemadas y perseguidas porque practicábamos la Religión (Re-ligare) del Amor. Mientras las personas intentaban parar el tiempo con la fuerza del pecado, nosotras nos reuníamos en las fiestas prohibidad para celebrar lo que aún había de bello en el mundo. A causa de ello fuimos condenadas y quemadas en las plazas. 

Wicca apretó la cuchara de palo con las dos manos y extendió sus brazos hacia delante.

Aquí está el símbolo del martirio de nuestras antepasadas. Que la llama que devoró los cuerpos mantenga siempre encendidas nuestras almas. Porque ellas están en nosotras. Porque nosotras somos ellas". 

La mujer más anciana del grupo se acerca y, sin decir palabra, con los ojos fijos en los suyos, le ofrece una antorcha. Ella con una reverencia, la toma y prende la pira, donde ha de reverberar el fuego sagrado. La pira se enciende y la llama brilla, llenando de luz el templo.

Naranjas, azules, violáceos, palpitan, la envuelven, la hipnotizan. Ella y la llama son una. Siente su calor en todo el cuerpo, su sabiduría, su belleza y su poder...Ya no hay cuerpo, no hay límites, no hay pirs; ella es el fuego, el fuego es ella. De pronto se despega de su cuerpo; puede ver el templo desde arriba, extiende sus brazos y vuela. En un prado, bajo la luz de la luna, siente fuego en su cuerpo, éxtasis, vértigo...Un hombre joven, con guirnaldas en el pelo, hiedras enredadas en los brazos y piel morena, la acaricia y le hace el amor. En el orgasmo vuelve a sentirse llama, al tiempo que luna, árbol, mar, viento y estrella...Los límites se pierden, se difuminan, ella se expande se esparce por el universo...vuela....

De repente voces, risas, música, movimiento circular ....vuelve a verse en el templo frente a la llama. Todas las mujeres bailan a su alrededor. 

Como guardiana de la luz sagrada lleva incorporada la sabiduría de toda su vida y la de la naturaleza. Centrada y fundida en esa luz divina, velará para que nunca se extinga, para que siempre esté en el corazón de los hombres, para que pueda iluminar a los que la necesiten, perdidos en la oscuridad. 




"Igual que Artemisa y Atenea, Hestia es una diosa virgen, dueña de sí misma. Como ellas, nunca fue victimizada por dioses o mortales y tenía la capacidad de enfocarse en aquello que le importaba, sin ser distraída por las necesidades ajenas, ni necesitar de otras personas. 

Sin embargo lo que la diferencia de las diosas de las caza y la sabiduría es que Hestia se concentra en su experiencia subjetiva interna. Esta deidad ve la realidad desde dentro y siente de manera intuitiva qué es lo que acontece. Es su referencia interna lo que la ayuda a tomar decisiones.

El arquetipo de esta diosa proporciona a la mujer un sentido de integridad y de totalidad, haciéndola sentir completa en sí misma. 


“Hestia fue la diosa del hogar y los templos. Es la menos conocida de las diosas del Olimpo. Su equivalente romano fue Vesta. No fue representada en forma humana, sino como una llama ardiendo en el centro de la casa, el templo o la ciudad. El símbolo de Hestia era el círculo. Un fuego sagrado en el centro del hogar que se sentía espiritualmente, que proporcionaba calor e iluminación.

Hestia era la mayor de las tres diosas vírgenes. Pero al contrario que Artemisa o Atenea, ella no salía al mundo. Permanecía dentro de la casa o del templo.

Las diosas ‘vírgenes’ tienen la cualidad de ser completas en sí mismas, y todas tenían la capacidad de enfocarse sobre lo que les importaba y concentrarse en ello. Hestia se concentraba en su interior, en su experiencia subjetiva interna.

La manera de percibir a Hestia es mirando hacia dentro, y sintiendo de forma intuitiva qué es lo que pasa. Poniéndonos en contacto con nuestros valores, y en lo que tiene significado desde el punto de vista personal. Ésto también lleva a la comprensión interna del carácter de las demás personas y a poder ver el significado de sus acciones.

Hestia también puede desapegarse emocionalmente de los demás, como Artemisa y Atenea, busca la tranquilidad serena que encuentra más fácilmente en soledad.

Cuando este arquetipo está presente en una mujer, los acontecimientos no tienen el mismo impacto en ella que en otras personas. Esta mujer no está “apegada” a la gente, a los resultados, a las posesiones, o al prestigio o al poder. Como su identidad no es importante, no está atada a las circunstancias externas.


El desapego le da una calidad de “sabia anciana”. Es como un familiar mayor que lo ha visto todo y lo ha atravesado sin que disminuya su ánimo y con su carácter templado por la experiencia.”



Es así el “Hogar” un destino psicológico dónde conectarnos con un centro espiritual, al igual que, en la antigua Grecia, el hogar era un lugar sagrado al que regresar porque Hestia estaba allí. Como símbolo del Sí-Mismo o centro de la personalidad experimentamos a nuestra propia “Hestia” como ese centro interior de quietud que se asocia con el sentido de plenitud.


Las Diosas del Fuego nos conectan con la  intensidad , la búsqueda, el coraje , la acción, el dinamismo,la intuición , la pasión y la creatividad. Podemos invocarlas cada vez que necesitamos recuperar la energía vital, la alegría, el optimismo, la confianza la inspiración, la decisión, la franqueza, la sinceridad  y la autoestima.


Ellas nos ayudan a transformar todo lo que debe ser transformado y a fortalecer nuestra propia identidad.

El mensaje del Fuego es "Cree en Tí".





Diosas de Fuego 

Benditas sean y 
sean Bienvenidas a este círculo de sanación
Pele, Bridghid, Hestia,
bendigan dentro nuestro el fuego que nos trae alegría, coraje, decisión, creatividad, inspiración, espiritualidad y búsqueda...
que  la llama sagrada de su amor queme todo nuestro temor 
para volver a ser  mujeres íntegras,
brillando con luz propia, 
guardianas del  Fuego Sagrado de la Vida.
Gracias y Benditas Sean


Bridghid diosa del fuego creativo


Pele
el impulso vital
diosa hawaiana del volcán


Guardiana del fuego Sagrado

Virgen y enfocada hacia dentro, 
al calor del fuego del hogar, ese es mi Templo.

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sábado, 10 de octubre de 2015

Un poema de María Ángeles Pérez López

 Hay pocas cosas que sorprendan en poesía, salvo estos 22 poemas alrededor de la mujer, del dolor en la mujer, del color en la mujer. De la ruina que cerca y del pintar que salva. Busquen en la red este nombre. María Ángeles Pérez López. La mujer suelo y vuelo. Poeta de las heridas. 
Y de las alas.

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10
Sobre su pecho muerto, la mujer
pinta una gran ventana para el aire.
El corazón, en su áspera alegría,
asoma al sur su sala octogonal
por el hueco del seno que extirparon
la enfermedad, la mano, el bisturí.
Sobre su pecho muerto la mujer
raspa cualquier recuerdo doloroso
y colorea el soplo y el zumbido
del arrebato rojo de quedarse.
El hospital se borra en su blancura,
esa sala de espera es no lugar,
la habitación sin lágrimas y olivos
es también no lugar, los lavatorios
y ascensores que nunca se detienen,
el pasillo alargado como el miedo
de biopsia en biopsia es no lugar.
La madre le cosió dos grandes senos
con hilo destrenzado del cordón
que la anudaba al tiempo y sus asomos.
Ahora un médico serio, preocupado
descose uno de ellos, lo retira
en silencio, y la extensa cicatriz
que corre por el tórax como el frío
abraza los paisajes de la tundra.
Pero sobre su pecho, la mujer
sombrea un árbol negro, transversal
por la ira de perderse en el otoño.
También nubes y niños anhelantes
en su transpiración y su ajetreo
para mojar la tarde y las palabras.
El viento que entra en tromba la despeina
y su risa es un pájaro veloz.